Las vacunas de primera edad son muy importantes para prevenir enfermedades en los animales. Durante el primer año de vida, nuestras mascotas son especialmente vulnerables a las enfermedades infecciosas. Algunas de ellas, como la Parvovirosis o el Moquillo canino, son muy peligrosas y producen síntomas graves que ponen en peligro la vida en cuestión de horas o días. Sin embargo, estas enfermedades no sólo deben prevenirse con la inyección de vacunas. Hay muchas otras medidas higiénicas que se deben aplicar y no difieren mucho de las que pondríamos en práctica en caso de tratarse de niños.
El objetivo y buen manejo de la situación es conseguir un estado de equilibrio entre la protección de los animales frente a las fuentes de infección (suelos, excrementos, orines, animales infectados, etc.) y el desarrollo de las facultades físicas y mentales mediante la relación con el entorno. Perros, gatos y hurones necesitan explorar el mundo que les rodea, sobre todo durante los primeros 3 meses de vida. En esta etapa llamada periodo crítico de socialización, los más jóvenes absorben una gran cantidad de conocimientos que son fundamentales para su educación y desarrollo. Encerrar en casa a los animales hasta que no se hayan administrado un número determinado de vacunas es una práctica obsoleta y sin fundamento. Lo ideal es permitir que los cachorros exploren zonas abiertas que estén limpias y libres de contaminantes, al tiempo que se deben relacionar con animales adultos vacunados de su misma u otra especie para que puedan beneficiarse de la inmunidad de grupo.
No se debe olvidar que la desparasitación es otra medida preventiva ligada a la vacunación, siendo un paso previo imprescindible para que las vacunas sean eficaces. En Andalucía, los perros, los gatos y los hurones deben ser desparasitados y vacunados frente a la rabia 1 vez al año en un centro veterinario obligatoriamente. Además, deben inyectarse 2 dosis de la vacuna de la rabia a partir de los 3 meses de edad, con una separación entre vacunas 1 mes. Las desparasitaciones se recomiendan con un intervalo de entre 3 y 6 meses según las circunstancias del animal, pero en cualquier caso se deberá administrar un producto que sea activo frente a la equinococosis (parasitosis intestinal por gusanos) con la frecuencia anual ya mencionada.
Como ya se apuntó al principio, otras enfermedades peligrosas como la Parvovirosis en perros, el Moquillo en hurones y la Leucemia en gatos deben incluirse en el plan vacunal de las mascotas. Se aconseja separar las dosis el suficiente tiempo y administrar sustancias naturales inmunoestimulantes como la Echinacea para favorecer la tolerancia de las vacunas y evitar sus efectos secundarios indeseables.